La semana pasada, el Ministerio de Hacienda publicó los datos mensuales sobre transacciones inmobiliarias, de los que se desprende, entre otras cosas, que en abril pasado las compras de residentes extranjeros aumentaron un 82% en comparación con el mínimo registrado en la misma época del año pasado. También parece que en el contexto del aumento de los incidentes antisemitas en el mundo y un aumento de alrededor del 400% en las solicitudes de judíos para emigrar a Israel.
Maor Doak, director ejecutivo de Manif Financial Services Company, dice: «Hasta ahora, los judíos expatriados han comprado propiedades en Israel por dos razones principales: el sionismo y las creencias religiosas. Una tercera razón surgió después de la guerra: el deseo de poseer un apartamento al que poder escapar. Ha habido un gran aumento en el interés y se pueden ver los inicios de la tendencia, pero la sentiremos más en los próximos trimestres. Aunque esperábamos que el impacto fuera mayor y lo veremos ya en los informes del primer trimestre, comprar un apartamento es una decisión que lleva tiempo».
Si en el pasado la demanda se concentraba en las ciudades costeras como Tel Aviv y Netanya, así como en Jerusalén, hoy algunos judíos de la diáspora prefieren comprar apartamentos específicamente en ciudades donde los precios son más bajos y los apartamentos relativamente grandes.
«Israel siempre ha sido un destino atractivo para los inversores extranjeros residentes, y en tiempos de guerra o durante manifestaciones de antisemitismo en el mundo, vemos un fortalecimiento de esta tendencia, cuando hay un aumento en el número de judíos que deciden comprar un apartamento en Israel», dice Dan Moyal, vicepresidente de marketing y ventas de Shikun y Binui Real N. «La elección de comprar un apartamento aquí se debe a varias razones, la primera es psicológica: los judíos del extranjero se sienten más seguros cuando poseen una propiedad en Israel. La segunda es una inversión económica: ven el aumento constante de los precios de la vivienda y entienden que, después de todo, se trata de una transacción económica. La tercera razón está relacionada con el deseo de mantener una conexión con Israel, y muchas veces son dueños de un departamento aquí donde pueden quedarse cuando vienen a visitar Israel».
Según sus palabras, «desde el comienzo de la guerra hemos visto un aumento no sólo de la demanda sino también de las compras reales. La absoluta mayoría de los compradores de nuestros proyectos son judíos de Francia.
